Las atracciones turisticas que ver en Avila y sus alrededores son muchas, con muchos monumentos que visitar y donde su gastronomía atrae a los turistas.
Al igual que sus alrededores, Avila dispone de plazas, callejuelas, iglesias y palacios para visitar y disfrutar de unas grandes vacaciones.
Que ver en Avila
Encontramos Ávila al lado de la Sierra de Gredos, a tan sólo 115 kilómetros de Madrid. Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, conserva su casco histórico en perfecto estado. Y su muralla, por supuesto. Símbolo más característico de la ciudad.
Su origen fue romano, pero la que hoy se conserva es de la época medieval. Tiene dos kilómetros de perímetro, casi un centenar de torres y ocho puertas. Las más importantes son la de San Vicente, al lado de la basílica del mismo nombre, la de los Leales, donde encontramos la catedral o la del Alcázar, la más impresionante de todas.
Una vez dentro de la zona amurallada, podemos perdernos entre sus callecitas estrechas e ir contemplando la gran cantidad de iglesias y palacios medievales que nos encontramos por el camino. También podemos ver la catedral, donde destaca su Altar Mayor, obra de Berruguete. O visitar el Museo Diocesano, con varias obras de arte. Es la primera edificación española donde se puede ver el estilo gótico.
Entre los muros encontramos también la Plaza de los Dávila, un lugar que nos lleva al Medievo. La Torre de los Guzmanes, del Siglo XVI y que actualmente alberga a la Diputación Provincial de Ávila.
No nos olvidemos que Ávila es el lugar de nacimiento de Santa Teresa de Jesús. En la plaza de la Santa, encontramos el convento del mismo nombre, levantado sobre la casa en la que nació Santa Teresa.
Otro lugar que no nos podemos perder es la Basílica de San Vicente, de estilo románico, excepto su cimborrio, que es gótico, debido a un parón en las obras. Está construida en “piedra caleña”, de color amarillento y anaranjado procedente de la cantera del pueblo de La Colilla, a unos siete kilómetros de allí.
Edificaciones religiosas hay muchas para visitar, aparte de las ya mencionadas también encontramos el Monasterio de la Encarnación o el convento de San José entre otros.
O podemos decantarnos por sus palacios, como el Palacio de Velarde, el Palacio de Bracamonte, el de Polentinoso o el Palacio de los Dávila, el mejor ejemplo de palacio medieval que se conserva en la ciudad de Ávila.
Y, si después de la visita nos entra hambre, podemos hacer un alto y probar uno de sus famosos asados, o sus chuletones. O comprarnos una yemas de Santa Teresa en una de sus muchas pastelerías y seguir paseando por la ciudad.
Antes de terminar el post, debemos mencionar que Ávila no sólo es la cuna de Santa Teresa, también lo es de San Juan de la Cruz. Hay mucho que ver en Avila, una ciudad para disfrutarla en un día, en dos o para toda la vida.