Que ver en A Coruña, una ciudad y una provincia que nos ofrece muchos sitios para visitar, ver y conocer, pero sobre todo para disfrutar de esta ciudad gallega llena de monumentos y mucha historia.
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Que ver en A Coruña en 2 días
La ciudad portuaria de A Coruña supera los 220.000 habitantes. Su origen romano queda patente en su legendario faro conocido como la torre de Hércules, Patrimonio de la Humanidad desde 2009. Sin embargo, en esta entrada vamos a ceñirnos a la zona más antigua de asentamiento urbano, la denominada Ciudad Vieja o Ciudad Alta.
La ciudad del faro legendario – Ciudad Vieja de A Coruña. Esta zona ocupa solo una parte de la rocosa península coruñesa abrazada por el océano Atlántico. Una vez en ella, y desde lugares elevados como el jardín romántico de San Carlos, se aprecia la fuerte y amplia escultura del Magnus Portus Artabrorum romano. Este jardín singular alberga el arca fúnebre del general inglés Sir John Moore, muerto por las tropas francesas que atacaron la ciudad en 1809.
Se conservan aquí las residencias y casonas más nobles. Entre ellas el palacio de los marqueses de San Martín de Hombreiro, en la calle del Parrote, 14; la mansión familiar de la escritora coruñesa Emilia Pardo Bazán, sede de la Real Academia Gallega, en la calle Tabernas, 11; el palacio Cornide, frente a la plaza de Santa María, según la moda cortesana francesa de Luis XV; la casa donde vivió el matrimonio formado por Manuel Murguía y Rosalía de Castro con sus hijos, recordado en la fachada con una placa en Príncipe, 3; la mansión de los marqueses de Camarasa, sede del Gobierno Militar, donde pernoctó Carlos I al venir a la ciudad, en la calle Veeduría, 2.
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Otro de los sitios para visitar en Coruña es la angosta calle de Santiago, junto a la iglesia románica del mismo nombre. A ella llegaban los peregrinos que, procedentes del norte de Europa e islas Británicas, seguían la famosa y concurrida ruta marítima jacobea o Camino Inglés desde el siglo XIV al XVII.
En su antiguo atrio, presidido por una imagen ecuestre del apóstol Santiago, tenían lugar las reuniones del concejo de la ciudad. Si las malas condiciones meteorológicas lo exigían, se trasladaban al convento de Santo Domingo, que alberga la capilla de la Virgen del Rosario, patrona de A Coruña.
Vinculada al origen medieval de la ciudad de A Coruña surge la colegiata de Santa María del Campo. Edificada en el siglo XIII, su portada principal está ornamentada con una Epifanía o Adoración de los Reyes. En sus inmediaciones se encuentra el Museo de Arte Sacro. Otro de los sitios para visitar en a Coruña y un rincón especial, lo forma el convento de las Bárbaras, cenobio e iglesia fundados en la Baja Edad Media bajo la advocación de santa Bárbara, patrona de la ciudad en tiempos de tormenta.
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Llegamos a la plaza de la Harina, conocida hoy como plaza del General Azcárraga. La fuente del Deseo en el centro y la Capitanía General, palacio neoclásico construido en 1740 para ser la sede de la Audiencia y Capitanía General del Reino de Galicia, sirven para su ornamentación, uno de los lugares para visitar en a Coruña que merecen mucho la pena conocer.
Este recorrido nos evoca tiempos de invasiones, como la del almirante inglés Sir Francis Drake, que en 1589 atacó con sus naves el puerto y al que se enfrentó María Pita, mujer del pueblo y vecina de la calle Herrerías, que con su valerosa defensa se convirtió en la heroína local.
Los restos fortificados de aquel viejo recinto amurallado es otro de los sitios para visitar en la Coruña y que asoman hoy en la zona del Parrote, con el bastión de San Carlos, el castillo de San Antón (sede del Museo Arqueológico e Histórico), las tres puertas (Parrote, el Clavo y San Miguel) y los paramentos a espaldas del hospital Abente y lago y parque del Rectorado (antigua sede de la Real Maestranza desde el siglo XVII y lugar de fabricación de armas para el ejército), actualmente ocupado por el Rectorado de la Universidad de A Coruña, otros lugares de interes en a Coruña para conocer más la historia de esta ciudad.
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En el fin del mundo antiguo – Costa de la Muerte
Se denomina Costa de la Muerte o, en gallego, Costa da Morte, a la región costera de la provincia de A Coruña que abarca, de este a oeste, desde Malpica hasta el cabo Finisterre (en gallego, Fisterra). Se trata de un territorio trágico y a la vez mítico. Trágico porque las gentes de estas costas fueron testigos de numerosos naufragios, especialmente en la costa que va desde Camelle hasta Camariñas, donde se hundieron más de 60 navíos en poco más de cien años, siendo el cabo Tosto (o Punta do Boi) el punto más fatídico.
Mítico por las numerosas tradiciones relativas a las piedras, sus historias y sus mágicas propiedades, como cuentan las leyendas del monte de San Guillerme (en Finisterre), la «pedra da serpe» en Corme, la leyenda de la ciudad sumergida de Valverde en la Lagoa de Traba, o la piedra de «abalar» de Muxía (enorme piedra oscilante que solo los más inocentes son capaces de mover).
La ruta comenzaría por el típico puerto de Malpica. Corme sigue a continuación, con las cruces de los «percebeiros» (arriesgados pescadores de percebes). Luego Laxe, con sus grandes arenales, el mítico faro Vilaño de Camariñas, la piedra de Muxía, hasta el emocionante encuentro con la punta de Finisterre, considerada el extremo más occidental del continente europeo desde que lo descubrieron los romanos en la expedición de Décimo Junio Bruto en el año 137 a. C. Esta ruta nos ofrecer algunos de los mejores lugares que ver en la provincia de la Coruña.
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La más septentrional de las Rías Bajas – Ría de Muros y Noia. La ría de Muros y Noia se alarga, como el resto de las Rías Baixas, son otros lugares para visitar en Coruña en dirección sudoeste a nordeste, en forma de hendidura abierta en medio de rocas graníticas. Al analizarla en su conjunto, se observa con claridad un acusado contraste entre su sector septentrional, más quebrado, con numerosos entrantes y salientes, y el meridional, más rectilíneo y abierto, de formas más suaves.
Las rocas graníticas condicionan la mayor parte de los paisajes. Ello es perfectamente visible en el sector de Baroña, en la margen meridional de la ría, y el de monte Louro, en la septentrional.
En Baroña, muy cerca de Porto do Son, los muros de piedra del castro que allí se emplaza desde siglos se confunden con las lajas abiertas por el tiempo. En el Monte Louro, próximo a Muros, una extensa gama de formas geométricas sobresalen en las laderas como si algún escultor las hubiera ordenado de manera racional para que los amantes de las caminatas las contemplen. A sus pies, asociada a un extenso arenal cubierto de dunas, el visitante puede admirar una de las lagunas costeras más hermosas de Galicia.
En el margen septentrional de la ría se emplaza Muros; en su fondo, Noia. Se trata de dos villas señoriales construidas de piedra granítica, de la misma (o semejante) con la que las olas y los vientos labraron las formas de Baroña o Louro o los sectores acantilados que bordean el mar.
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Muros es una localidad de la provincia de La Coruña abierta al océano desde sus orígenes medievales. Conserva el tipismo en sus plazas y calles. Destaca su magnífico templo parroquial, antigua colegiata de Santa María. El recién llegado se encontrará con calles estrechas y serpenteantes que confluyen en pequeñas plazas a las que se asoman acogedores soportales.
En el fondo de la ría se emplaza Noia. Las raíces medievales también se manifiestan en la estructura de la villa: calles angostas, soportales, casas señoriales. Su historia comenzó cuando Fernando II de León decretó hacia 1168 el traslado de la villa desde el lugar de la Barquiña al actual. La leyenda, sin embargo, dice que fue Noé quien fundó la villa y ello quedó materializado en su escudo. En su interior destacan la iglesia de San Martiño, del siglo XV, o el convento de San Francisco, al lado de la actual Alameda.
La ría, además, acoge en sus orillas a otros núcleos de interés. En su margen meridional se emplaza Porto do Son, hermosa villa que conserva gran parte del saber marinero de sus gentes, y Portosín, con su importante puerto deportivo.
Arsenal de Ferrol – A Coruña, la ciudad de los astilleros.
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Situada junto a la ría homónima, a unos 55 kilómetros al norte de A Coruña, Ferrol cuenta con unos 75.000 habitantes. Su origen es medieval, aunque la ciudad cobró importancia a partir del siglo XVIII, cuando se construyeron sus famosos astilleros. Esos, junto a los castillos de San Felipe y La Palma (ambos del siglo XVI y sitos en la ría), han sido propuestos para formar parte del Patrimonio de la Humanidad.
El arsenal militar es uno de los lugares más importantes y emblemáticos de la ciudad, pues está íntimamente ligado a la historia de Ferrol, convertida en un centro naval y militar de primer orden. Se encuentra justamente enfrente del paseo de los Cantones o alameda de Suances.
Ferrol ha estado desde siempre ligado al mar, con una gran tradición marinera y de pescadores, pero en el siglo XVI su puerto empezó a ser frecuentado por buques de la Armada Real. Fue Felipe V (y posteriormente Fernando VI y Carlos III) quienes impulsaron la construcción de este gran arsenal y astillero real para convertir la ciudad en capital del departamento militar del noroeste de España.
Se convirtieron por aquel entonces en los arsenales y astilleros más modernos de España, y Ferrol pasó a ser una de las primeras ciudades industriales de Galicia. Esto dio lugar a la ampliación de la urbe, primeramente con la creación del barrio de Ferrol Vello, y después el barrio de Esteiro, que albergaban las viviendas de toda la población e inmigrantes que suponían la mano de obra necesaria. Posteriormente se creó el barrio de la Magdalena, que acogía al estrato más elevado de la sociedad ferrolana (oficiales de la marina, comerciantes, personal técnico y funcionarios).
El arsenal consta de 240.000 m2 divididos en dos zonas: El Arsenal del Parque (primera construcción, de carácter militar) y el Arsenal de los Diques (industrial, donde se construían los buques). La mayoría de los edificios se siguen utilizando hoy en día por la Armada, y todo el recinto está cerrado y vigilado por personal militar, salvo una pequeña parte en la zona del arsenal de los diques (edificio de Herrerías) que puede visitarse, ya que en ella se encuentran el Museo de Anclas, el Museo Naval y el Exponav o Museo de la Construcción Naval.
También paseando por Ferrol, paralelamente a la ría desde el muelle de Curuxeiras, se va bordeando el arsenal y se pueden ver algunos elementos significativos de esta enorme construcción militar, como la puerta del Parque, la puerta del Dique o los restos de la muralla y el foso del arsenal.