Hace unos días os traíamos una guía de vacaciones en Nueva Zelanda, visitando la Isla Norte, y hoy vamos a conocer la Isla Sur con sus montañas, glaciares, lagos, etc.
La Isla Sur de Nueva Zelanda ofrece multitud de ofertas turísticas, sitios que conocer, que ver, visitar y sobre todo, disfrutar.
La Isla Sur, vacaciones en Nueva Zelanda
El Parque nacional Arthur’s Pass acoge el pico más alto de Nueva Zelanda, el monte Cook/Aoraki, un lugar para los aficionados al senderismo y los deportes de montaña. Podrás esquiar, hacer snowboard, realizar descensos de rápidos en sus cañones o disfrutar de sus rutas para bicicleta de montaña.
Para los amantes de la naturaleza y la vida salvaje tienen la oportunidad de poder observar las ballenas en su hábitat, todo un verdadero espectáculo donde apreciar la inmensidad de estos animales que surcan los mares. Para esto deberemos desplazarnos hasta Kaikoura.
Christchurch es la segunda ciudad más grande de Nueva Zelanda y que aún se está recuperando del gran terremoto que sufrió en 2.011. Aún después de este terremoto se le sigue denominando la «ciudad de los jardines» por la gran cantidad y calidad de jardines que tiene. Destacar sobre todo el Christchurch Botanic Gardens con más de 140 años de antiguedad y un punto de referencia para los amantes de la flora y fauna.
En la isla sur de Nueva Zelanda hay uno de los puntos que son visita obligada para todos los viajeros en sus vacaciones, el Lago Tekapo.
Sus aguas de color turquesa, la limpieza de sus cielos y el contraste con la nieve en las montañas ofrecen imágenes espectaculares. El color de sus aguas proviene de la mezcla fina de limos y arcillas (harina) que proviene del glaciar. Pero si no ha tienes bastante con esta razón para disfrutar del Lago Tekapo con la caída de la noche podrás ver la aurora austral, un espectáculo de luces y el cual tiene como punto de mejor visibilidad el observatorio Mount John Observatory.
Los parques nacionales en la isla sur de Nueva Zelanda muestran su gran diversidad. Desde altas montañas nevadas hasta playas de fina y clara arena. En la zona sur podemos encontrar dos grandes parques, el Abel Tasman y el Kahurangi, ambos repletos de zonas para realizar senderismo, ciclismo de montaña y deportes de aventura en parajes salvajes y aún muy desconocidos.
En el centro de la isla los colores cambian, volviendo más marrones, mas secos, pero con igual belleza. La zona de Central Otago es la zona donde se buscó oro en el siglo pasado y donde hoy en día se puede seguir encontrado el metal precioso. De aquella época queda el ferrocarril, ahora convertido en un sendero de más de 150 km. y que atraviesa la zona vinícola más afamada de Nueva Zelanda. Aunque no presenta las perpetuas nieves, si podemos visitar dos grandes lagos, el Dunstan y Roxburgh y realizar cruceros por ellos.
La zona más al sur de la isla podemos presenciar la flora y fauna como era hace millones de años. En la zona de Catlins podrás conocer un bosque petrificado con más de 150 millones de años, así como un lugar idóneo para conocer las aves locales. Los bosques de Catlins están repletos de cascadas, uno de los lugares idóneos para los amantes de la fotografía. Sus aguas cristalinas dejan imagenes impresionantes. Para los amantes del mar y su fauna, no hay mejor opción que dirigirse a Nugget Point donde podrán ver lobos y leones marinos, cormoranes, pingüinos y hasta delfines de cabeza blanca.
Después de tantas visitas y excursiones, hay que recuperar fuerzas y aunque la gastronomía es de mucha calidad, los amantes de las ostras tienen un punto que no se deben perder, el puerto de Bluff. Alli podrán degustar el mejor marisco y como nó, la famos ostras de de Bluff.
Una vacaciones en Nueva Zelanda ofrecen multitud de sitios que ver y conocer, lugares para visitar y disfrutar y sobre todo mucha naturaleza que aún no ha sido afectada por la mano del hombre. Tanto la Isla Norte, como la isla sur ofrecen una gran multitud de atracciones turísticas, eso sí, al alcance de solo pocos turistas.